Cuenta la leyenda que una vez el extraordinario, incomparable e irreemplazable violinista Itzhak Perlman cayó enfermo súbitamente y dejó una serie de presentaciones al borde de la cancelación (y un público enardecido a punto de quemar los teatros). Un párvulo, violín en ristre, se atrevió a tocar en su lugar. Gil Shaham (Illinois, 1971) saltó de esta manera a la fama, siendo tan solo un estudiante, y gracias a la interpretación de los complicados conciertos para violín N° 1 de Max Bruch y en Re Menor de Jean Sibelius. Corría 1989 y, desde entonces, todo ha sido premios, fama y fortuna para Shaham.
Claro, reemplazar a Itzhak Perlman a los 17 años de edad no es cosa de otro mundo cuando has sido un niño prodigio de la música clásica. Este virtuoso violinista judío estadounidense debutó en 1981 (a los 10 años de edad) con la Orquesta Sinfónica de Jerusalem, nada menos que bajo la dirección de Alexander Schneider; y a los 11 años fue dirigido por Zubin Mehta para la Filarmónica de Israel. Ese mismo año fue admitido en la Escuela Juilliard de Nueva York (conservatorio que tiene fama de ser muy, pero muy exigente), mientras que en paralelo cursaba estudios en la Universidad de Columbia y ganaba, sin mucho esfuerzo, cuanto premio se le cruzara en el camino, incluido el Grammy a la Mejor Interpretación de Música de Cámara por American Scenes: Works of Copland, Previn, Barber, Gershwin (1999).
También cuenta con una vasta discografía, la mayor parte de ella grabada para la Deutsche Grammophon (especialista en música clásica, jazz y lo más selecto del pop y el rock). Entre ella se incluye su ya clásica versión del concierto de Sibelius, obras de Paganini, sonatas de Frank y Saint-Saëns y hasta el Tabula Rasa de Arvo Pärt (1999).
Precisamente, Gil Shaham ofrecerá un concierto en Lima el martes 20 de agosto en el Gran Teatro Nacional. En esta presentación interpretará obras de J. S. Bach (la Sonata Nº 1 en Sol Menor, BWV 1001 y la Partita Nº 1 en Si Menor, BWV 1002). Además del concierto para violín de P. I. Tchaikovsky, para el cual contará con el acompañamiento de la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil, bajo la batuta del maestro Pablo Sabat. Un programa efectivo para atraer a diversos públicos, puesto que en todas estas obras el violín cobra total y absoluto protagonismo, encontrando con Tchaikovsky la oportunidad de apreciar el verdadero virtuosismo de Shaham. Para no perdérselo.
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| Gil Shaham llega a nuestra capital con su "Comtesse de Polignac", un violín Stradivarius de 1699 (Foto: Luke Ratray). |
También cuenta con una vasta discografía, la mayor parte de ella grabada para la Deutsche Grammophon (especialista en música clásica, jazz y lo más selecto del pop y el rock). Entre ella se incluye su ya clásica versión del concierto de Sibelius, obras de Paganini, sonatas de Frank y Saint-Saëns y hasta el Tabula Rasa de Arvo Pärt (1999).
Precisamente, Gil Shaham ofrecerá un concierto en Lima el martes 20 de agosto en el Gran Teatro Nacional. En esta presentación interpretará obras de J. S. Bach (la Sonata Nº 1 en Sol Menor, BWV 1001 y la Partita Nº 1 en Si Menor, BWV 1002). Además del concierto para violín de P. I. Tchaikovsky, para el cual contará con el acompañamiento de la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil, bajo la batuta del maestro Pablo Sabat. Un programa efectivo para atraer a diversos públicos, puesto que en todas estas obras el violín cobra total y absoluto protagonismo, encontrando con Tchaikovsky la oportunidad de apreciar el verdadero virtuosismo de Shaham. Para no perdérselo.
