Rhye
Woman
Republic
Records, 2013
El enigmático dúo Rhye, formado por Mike
Milosh (canadiense) y Robin Hannibal (danés), hace su debut discográfico con
“Woman” (Republic Records, 2013). Milosh y Hannibal ya tenían una carrera
musical, cada quien por su lado (el primero como solista y el segundo como
parte de Quadron), cuando decidieron trabajar juntos, como quien no quería la
cosa. “The Fall” y “Open” fueron los primeros temas presentados vía internet,
en versiones diversas y con sendos magníficos videos, manteniendo a los
artífices en el anonimato para que el público se centrara tan solo en la fórmula
musical: una sensual voz femenina que canta con la displicencia de una diva
ebria entregada a los brazos de su amante de turno, arropada por armonías
prestaditas del soul y por ritmos electropop bastante contenidos, una mezcla
poderosamente erótica y, sobre todo, artísticamente completa. No suenan a nadie
en particular, pero la taxonomía musical nos haría emparentarla con Everything
but the girl, Sade, algo del Motown más progre, música disco setentera… cierto
es que soul sería la etiqueta genérica, pero es difícil encasillarlos, más allá
de decir que se trata de música muy buena. Como dato curioso, diremos que la
sensual voz femenina del grupo pertenece a un varón (precisamente Mike Milosh) y que el
disco está dedicado a su señora esposa.
Devendra Banhart
Mala
Nonesuch Records, 2013
Cada artista encuentra, en algún momento
de su carrera, su propio lenguaje; el problema es cuando empieza a abusar de
ciertos recursos sin preocuparse por oxigenarlos. Y no es que la innovación
permanente sea sinónimo de calidad, pero hasta en la música se da aquello de
que la cuerda se rompe por el lado más débil. “Mala” (Nonesuch Records, 2013), lo
nuevo de Devendra Banhart, se acerca peligrosamente al lindero entre la
fidelidad a los postulados artísticos y el punto en el que estos ya no dan más.
Por ejemplo: “Mi negrita” habría quedado muy bien si no fuese por ese
insufrible pretencioso exotismo que la echa un poquito a perder. O “Your Fine
Petting Duck”, en que la sucesión de las variaciones, que en sí mismas no están
mal, se siente forzada. Pese a todo, “Mala” aún ofrece momentos de lucidez, en
especial desde la mitad del disco hacia adelante, que es cuando las piezas
encajan mejor. Tal vez sea porque se trata de temas simples y compactos a la
vez… lo que llevaría a pensar que Devendra es más un ‘performer’ que un músico.
En este caso, lo mejor siempre es buscar buenos productores o verdaderos músicos
que ayuden a dar forma a las ideas; que lo diga, por ejemplo, Peter Gabriel...
José
James
No Beginning No End
Blue
Note, 2013
Podríamos decir que, en los últimos
años, venimos presenciando una fuga de talentos, desde el jazz hacia el pop, y
que en (casi) todos los casos el resultado ha sido más que bueno. Ahora es el
turno de José James, músico estadounidense de raíces panameñas que pasó gran
parte de su carrera (actualmente tiene 35 años) fungiendo de vocalista para
varias bandas de jazz, estigma que lo acompañó incluso en sus primeras
producciones como solista. Sin embargo, con “No Beginning No End” (Blue Note,
2013) James le saca lustre al calzado pop en el cual mete, sin mayor esfuerzo,
todo los chiches del jazz, con énfasis en cierta atmósfera acústica que remite
a las 'precarias' técnicas de grabación de las décadas de 1930 y 1940. El
resultado es un producto que si bien no deja de ser jazz (no vamos a entrar en
minucias teóricas aquí), se cubre de ese filtro ‘light’ que Esperanza Spalding
podría haber patentado, el cual hace a la música un poco más accesible sin quitarle un
ápice de complejidad y riqueza. Ayuda, en este caso específico, que James
vierta a discreción toda la sensualidad de la que es capaz su garganta. El sencillo
del álbum es “Trouble”, pero las palmas de pie se las llevan “Vanguard” y “It’s
All Over Your Body”. Y claro, también el resto de canciones. Joyita.
Nick Cave And The Bad Seeds
Push the Sky Away
Bad Seed Ltd, 2013
Al buscar información en internet sobre “Push
the Sky Away” (Bad Seed Ltd, 2013), uno se da con la sorpresa de que llegó al
N° 1 en todos los países que cuentan con un ranking medianamente serio. Lo
sorprendente no es que Nick Cave obtenga tal éxito, merecido por donde se le
mire, sino que lo haga con un álbum tan testimonial en medio de un mercado tan
ávido de música escapista. O quizás, en el fondo, la humanidad esté demandando algo que la lleve por el camino la reflexión. Bien por Nick Cave y su genial pero inmetible nuevo
álbum, que viene a llenar el nicho musical de quienes buscan deprimirse con
obras de calidad y con versos aguafiestas como “the tree don't care what the
little bird sings” (del tema “We No Who U R”) o con la desalentadora historia
relatada en “Jubilee Street” (que cuenta con un videoclip censurado, nada menos). En todo
caso, no es novedad esto del pesimismo de Cave, que le cae de perilla a su
blues de sonido áspero pero que siempre le da cabida a la belleza. Este álbum
tiene la particularidad de presentarnos a la banda nuevamente junta y viene, además, en
cuchumil presentaciones, incluyendo una Deluxe y otra en Súper Deluxe Box Set…
se ve que las malas semillas ya aprendieron a marquetearse mejor.
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(Publicado en la Edición 40 de la Revista Phantom)
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