sábado, 23 de marzo de 2013

Reseñas: Antony & The Johnsons, Martha Wainwright, Ben Harper, Súper Cholo Band, Matchbox Twenty, Linkin Park

Tengo abandonadísimo este blog, por una serie de motivos que no vienen al caso. Pero lo bueno es que puedo disponer de algunos artículos que he escrito para la Revista Phantom, cuyo último número ha sido editado también en PDF online. Empezaré por postear las reseñas que aparecen en dicho número...



Antony & The Johnsons
Cut the World
Secretly Canadian, 2012

El más reciente álbum de Antony Hagerty es un desborde de musicalidad y sensaciones extremas. Se trata de la reinterpretación de sus temas insignia (“You are my sister”, “Swanlights”, “The Crying Light”, “Epilepsy is dancing”, “Cripple and the Starfish”) con acompañamiento orquestal, sumándole los arreglos correspondientes y las variaciones vocales de rigor. No hay nada que agregar ni quitar a este disco que es, por mucho, uno de los mejores de este año. La voz de Antony se luce estando en su mejor momento y él la lleva a ambos extremos de la escala, haciendo gala de una serie de recursos vocales que bien justificarían un álbum a capela. Los violines y los vientos le agregan color y textura a los temas, más que fungir de mero acompañamiento, aunque siempre supeditados a la voz del genio; y el piano que el propio Antony toca es también su cómplice para que las letras de sus canciones impacten en el oyente. Este artista ha hecho una carrera genial exponiendo sus propios demonios y tormentos, y sus seguidores logramos identificarnos con ellos merced a la interpretación dramáticamente desgarradora de sus canciones. Y ya que hablamos de desgarrar, sería bueno que le den un vistazo al video de “Cut the World”, protagonizado por Willem Dafoe y Carice van Houten... si después de verlo aún no caen rendidos a los pies del genial Antony, mejor péguense un tiro.

  
Martha Wainwright
Come Home to Mama
Cooperative Music, 2012

Producido por Yuka C. Honda (Cibo Matto), el quinto álbum de Martha Wainwright (el tercero con temas propios) evidencia la conjunción de dos circunstancias personales: la reciente muerte de su madre (la cantautora canadiense Kate McGarrigle) y el nacimiento de su hija. Con ambas emociones como bandera, este disco trae a una Martha con un mayor dominio de sus particulares registro y timbre vocales. Sobre los temas, si bien se trata de un álbum bastante logrado, destaca largamente la interpretación de “Proserpina”, una canción intensa, compuesta por su madre pocos días antes de fallecer. También sobresalen “I wanna make an Arrest”, “Can you Believe it?”, “Four Black Sheep” y “I am a Diamond”. Martha nunca ha tenido miedo de decir y cantar las cosas como las piensa y siente aunque tenga que sacrificar perfección artística (en más de una ocasión, por imprimirle emoción interpretativa a sus canciones, se le ha quebrado la voz en momentos poco afortunados); esta vez no es la excepción pues todavía le salen algunos gallitos, con toda la intención, solo que ahora se le siente más dueña de sí misma y menos desbordada sin perder la espontaneidad. Para terminar, y aunque no sean muy famosos por estos lares, es conveniente señalar para quienes los conozcan que en este disco colaboran Nels Cline (de Wilco), Sean Lennon, Jim White (de Dirty Three), Brad Albetta y Thomas Bartlett (Doveman).


Ben Harper
By my Side
Virgin Records, 2012

Por si a alguien le quedaba la duda de que Ben Harper quiere ser el Marvin Gaye de este siglo, acaba de editarse “By My Side”, un recopilatorio con once baladas y un tema inédito que lo alejan de la senda blusera y ‘folky’ que ha venido esgrimiendo en estos últimos años para ir “directo al corazón”. Siendo sinceros, Ben resulta muy hábil escribiendo e interpretando temas románticos, de amor y desamor; y, aunque le falte para ocasionar arrebatos histéricos entre sus seguidores, esta bajada de revoluciones resulta refrescante para su discografía. Figuran “Forever”, “Happy Everafter in Your Eyes”, “Diamonds On The Inside”, “Waiting On An Angel”, “Morning Yearning” y una nueva versión de “Not Fire Not Ice”. Sobre el nuevo tema, “Crazy Amazing”, solo puede decirse que está ahí y que no aporta mucho, salvo que está bien hecho, pero hasta ahí nomás… lo que nos lleva a preguntarnos cuál es la necesidad de Ben por editar un disco cada año: en 2009 lanzó “White Lies for Dark Times”, en 2010 “As I Call You Down”, en 2011 “Give ‘till it’s Gone” y en enero de 2013 presentará “Get Up”, junto con Charlie Musselwhite. Y aunque siembre le va de lo mejor en cuanto a ventas, queda claro que la innovación y la experimentación creativa no son precisamente sus improntas; esperemos nomás que sepa moderarse antes de saturar a sus seguidores.
  
Súper Cholo Band
Huanca
Sayiri, 2011

Proveniente de las canteras del punk y del rock, Mino Melle es un músico bastante hábil, versátil y artísticamente ambicioso. Ha sido desde baterista de Leusemia hasta cómplice de su propia esposa, Gisela Perez-Ruiba, en el interesante experimento folclórico y electrónico llamado “Coca Kintucha” (2006), que incluía samplers del tayta Arguedas, a quien rendía tributo. En 2011, Mele se juntó con Ángel Porras (voz y saxofón), Pancho Müller (bajos), Angelo Pantoja (guitarras) y Álex Luna (teclados), entre otros, para formar la Súper Cholo Band y grabar “Huanca”, un disco con temas tradicionales provenientes del Valle del Mantaro, arreglados en clave de rock progresivo. Al respecto, cabe señalar que los jóvenes músicos parecen haber descubierto los retruécanos armónicos y rítmicos del folclor peruano y han destapado algo que, por ignorancia o prejuicio, había permanecido oculto para el peruano promedio: Perú, musicalmente, es mucho más rico y complejo que varios de los países cuya industria musical nos ha sido impuesta, y que la música debería ser nuestro arte bandera. “Adiós juventud” y “Qué linda mi vaca” son los sencillos que el combo ha promocionado en ámbitos roqueros y folclóricos, pero en líneas generales todos los temas están muy buenos y tienen el éxito asegurado. Mención aparte merecen el sonido y la mezcla (todo fue grabado en Mele Records), así como el arte visual del empaque (a cargo de Gutiérrez). Más que recomendable.


Matchbox Twenty
North
Atlantic, 2012

Rob Thomas y compañía regresan con otro gran disco, emblemático de ese estilo inconfundible que les permite introducir elementos de todos los géneros, especialmente del pop inglés moderno, pero siempre bajo la insignia del rocanrol, que es lo que finalmente tocan. Temas como “She’s so mean”, “English Town”, “Put Your Hands Up” y “Radio” tienen tantos referentes (se reconoce fácilmente guiños a… ¡Billy Joel, Daft Punk, 98 Degrees y Dave Matthews Band; y no es una broma!) que bien podría decirse que Matchbox Twenty ha preparado, en estos diez años de silencio, una tesis antropológica sobre música popular contemporánea del hemisferio norte. El resultado es bueno pero exige, por parte del oyente, un ejercicio de amplitud de criterios, suficiente para digerir los mil y un guiños musicales de todo el disco. La crítica, purista y respingada, le dio con palo a los temas más ligeros (¿cuál será el trauma de infancia de aquellos que no soportan una canción con música bonita y letra buena onda?) pero amó aquellos en los que Thomas se regodea en sus penurias. Nos queda claro que él puede cantar lo que le dé la gana, pues talento le sobra para no hacer el ridículo. Un disco ambicioso, poco predecible (lo cual se agradece infinitamente) y bastante bien logrado que nos hace presagiar que hay Matchbox Twenty para rato, aunque sus discos tengan intervalos de diez años.


Linkin Park
Living Things
Warner Bros. Records, 2012

Como en el cine, los géneros musicales se respetan o se les trasgrede y, en ambos casos, el resultado puede ser bueno o malo, según muchas variables. Los chicos de Linking Park ha decidido mantenerse fieles al rock alternativo con el que han sido rotulados en discotiendas, revistas especializadas y festivales musicales… y aunque cabría preguntarse si el rapeo, los ‘sampler’, las cajas de ritmo y los sintetizadores-a-la-synthpop califican como elementos propios del género, la manera como han sido abordados hace que pasen casi percibidos, pues están totalmente capturados por la esencia roquera de la banda. En realidad, Linking Park sigue su propia línea de trabajo sin que les tiemble la mano a la hora de rasgar la guitarra. “Victimized”, “Lost in the Echo”, “Burn It Down” “Castle of Glass” y “Powerless” son algunos de los temas con que el grupo contraataca apenas un año después de lanzar el conceptual y socialmente comprometido álbum “A Thousand Suns”. Y bueno… los chicos tienen la necesidad y el derecho de expresarse, además no es un delito ser prolíficos (cuando los productos son buenos, claro está). Los fanáticos se darán por bien servidos (de hecho, el disco debutó en el N° 1 del Billboard 200) y los críticos se devanarán los sesos para opinar sobre cómo pudo quedar mejor el disco; como dice la canción: “It’s only rock and roll (but I like it)”.


(Publicado en la Edición 39 diciembre 2012 / enero 2013 de la Revista Phantom)


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