Tengo abandonadísimo este blog, por una serie de motivos que no vienen al caso. Pero lo bueno es que puedo disponer de algunos artículos que he escrito para la Revista Phantom, cuyo último número ha sido editado también en PDF online. Empezaré por postear las reseñas que aparecen en dicho número...
Antony & The Johnsons
Cut the World
Secretly Canadian,
2012
El más reciente álbum de Antony Hagerty
es un desborde de musicalidad y sensaciones extremas. Se trata de la
reinterpretación de sus temas insignia (“You are my sister”, “Swanlights”, “The
Crying Light”, “Epilepsy is dancing”, “Cripple and the Starfish”) con
acompañamiento orquestal, sumándole los arreglos correspondientes y las
variaciones vocales de rigor. No hay nada que agregar ni quitar a este disco que
es, por mucho, uno de los mejores de este año. La voz de Antony se luce estando
en su mejor momento y él la lleva a ambos extremos de la escala, haciendo gala
de una serie de recursos vocales que bien justificarían un álbum a capela. Los
violines y los vientos le agregan color y textura a los temas, más que fungir de mero
acompañamiento, aunque siempre supeditados a la voz del genio; y el piano que el
propio Antony toca es también su cómplice para que las letras de sus canciones
impacten en el oyente. Este artista ha hecho una carrera genial exponiendo sus
propios demonios y tormentos, y sus seguidores logramos identificarnos con
ellos merced a la interpretación dramáticamente desgarradora de sus canciones.
Y ya que hablamos de desgarrar, sería bueno que le den un vistazo al video de “Cut
the World”, protagonizado por Willem Dafoe y Carice van Houten... si después de
verlo aún no caen rendidos a los pies del genial Antony, mejor péguense un
tiro.
Martha Wainwright
Come Home to Mama
Cooperative Music,
2012
Producido por Yuka C. Honda (Cibo Matto),
el quinto álbum de Martha Wainwright (el tercero con temas propios) evidencia
la conjunción de dos circunstancias personales: la reciente muerte de su madre
(la cantautora canadiense Kate McGarrigle) y el nacimiento de su hija. Con
ambas emociones como bandera, este disco trae a una Martha con un mayor dominio
de sus particulares registro y timbre vocales. Sobre los temas, si bien se
trata de un álbum bastante logrado, destaca largamente la interpretación de “Proserpina”,
una canción intensa, compuesta por su madre pocos días antes de fallecer. También sobresalen “I wanna make an Arrest”,
“Can you Believe it?”, “Four Black Sheep” y “I am a Diamond”. Martha nunca ha tenido miedo de decir y cantar las cosas como las
piensa y siente aunque tenga que sacrificar perfección artística (en más de una
ocasión, por imprimirle emoción interpretativa a sus canciones, se le ha
quebrado la voz en momentos poco afortunados); esta vez no es la excepción pues
todavía le salen algunos gallitos, con toda la intención, solo que ahora se le
siente más dueña de sí misma y menos desbordada sin perder la espontaneidad.
Para terminar, y aunque no sean muy famosos por estos lares, es conveniente
señalar para quienes los conozcan que en este disco colaboran Nels Cline (de Wilco),
Sean Lennon, Jim White (de Dirty Three), Brad Albetta y Thomas Bartlett
(Doveman).
Ben Harper
By my Side
Virgin Records,
2012
Por si a alguien le quedaba la duda de
que Ben Harper quiere ser el Marvin Gaye de este siglo, acaba de editarse “By
My Side”, un recopilatorio con once baladas y un tema inédito que lo alejan de
la senda blusera y ‘folky’ que ha venido esgrimiendo en estos últimos años para
ir “directo al corazón”. Siendo sinceros, Ben resulta muy hábil escribiendo e interpretando
temas románticos, de amor y desamor; y, aunque le falte para ocasionar
arrebatos histéricos entre sus seguidores, esta bajada de revoluciones resulta
refrescante para su discografía. Figuran
“Forever”, “Happy Everafter in Your Eyes”, “Diamonds On The Inside”, “Waiting
On An Angel”, “Morning Yearning” y una nueva versión de “Not Fire Not Ice”. Sobre el nuevo tema, “Crazy Amazing”, solo puede decirse que está
ahí y que no aporta mucho, salvo que está bien hecho, pero hasta ahí nomás… lo
que nos lleva a preguntarnos cuál es la necesidad de Ben por editar un disco
cada año: en 2009 lanzó “White Lies for Dark Times”, en 2010 “As I Call You
Down”, en 2011 “Give ‘till it’s Gone” y en enero de 2013 presentará “Get Up”,
junto con Charlie Musselwhite. Y aunque siembre le va de lo mejor en cuanto a
ventas, queda claro que la innovación y la experimentación creativa no son
precisamente sus improntas; esperemos nomás que sepa moderarse antes de saturar
a sus seguidores.
Súper Cholo Band
Huanca
Sayiri, 2011
Proveniente de las canteras del punk y
del rock, Mino Melle es un músico bastante hábil, versátil y artísticamente ambicioso.
Ha sido desde baterista de Leusemia hasta cómplice de su propia esposa, Gisela
Perez-Ruiba, en el interesante experimento folclórico y electrónico llamado
“Coca Kintucha” (2006), que incluía samplers del tayta Arguedas, a quien rendía
tributo. En 2011, Mele se juntó con Ángel Porras (voz y saxofón), Pancho Müller
(bajos), Angelo Pantoja (guitarras) y Álex Luna (teclados), entre otros, para
formar la Súper Cholo Band y grabar “Huanca”, un disco con temas tradicionales
provenientes del Valle del Mantaro, arreglados en clave de rock progresivo. Al
respecto, cabe señalar que los jóvenes músicos parecen haber descubierto los
retruécanos armónicos y rítmicos del folclor peruano y han destapado algo que,
por ignorancia o prejuicio, había permanecido oculto para el peruano promedio:
Perú, musicalmente, es mucho más rico y complejo que varios de los países cuya
industria musical nos ha sido impuesta, y que la música debería ser nuestro
arte bandera. “Adiós juventud” y “Qué linda mi vaca” son los sencillos que el
combo ha promocionado en ámbitos roqueros y folclóricos, pero en líneas
generales todos los temas están muy buenos y tienen el éxito asegurado. Mención
aparte merecen el sonido y la mezcla (todo fue grabado en Mele Records), así
como el arte visual del empaque (a cargo de Gutiérrez). Más que recomendable.
Matchbox
Twenty
North
Atlantic, 2012
Rob Thomas y compañía regresan con otro gran
disco, emblemático de ese estilo inconfundible que les permite introducir
elementos de todos los géneros, especialmente del pop inglés moderno, pero
siempre bajo la insignia del rocanrol, que es lo que finalmente tocan. Temas
como “She’s so mean”, “English Town”, “Put Your Hands Up” y “Radio” tienen
tantos referentes (se reconoce fácilmente guiños a… ¡Billy Joel, Daft Punk, 98
Degrees y Dave Matthews Band; y no es una broma!) que bien podría decirse que
Matchbox Twenty ha preparado, en estos diez años de silencio, una tesis
antropológica sobre música popular contemporánea del hemisferio norte. El
resultado es bueno pero exige, por parte del oyente, un ejercicio de amplitud
de criterios, suficiente para digerir los mil y un guiños musicales de todo el
disco. La crítica, purista y respingada, le dio con palo a los temas más
ligeros (¿cuál será el trauma de infancia de aquellos que no soportan una
canción con música bonita y letra buena onda?) pero amó aquellos en los que
Thomas se regodea en sus penurias. Nos queda claro que él puede cantar lo que
le dé la gana, pues talento le sobra para no hacer el ridículo. Un disco
ambicioso, poco predecible (lo cual se agradece infinitamente) y bastante bien
logrado que nos hace presagiar que hay Matchbox Twenty para rato, aunque sus
discos tengan intervalos de diez años.
Linkin Park
Living Things
Warner Bros.
Records, 2012
Como en el cine, los géneros musicales
se respetan o se les trasgrede y, en ambos casos, el resultado puede ser bueno
o malo, según muchas variables. Los chicos de Linking Park ha decidido
mantenerse fieles al rock alternativo con el que han sido rotulados en discotiendas,
revistas especializadas y festivales musicales… y aunque cabría preguntarse si
el rapeo, los ‘sampler’, las cajas de ritmo y los sintetizadores-a-la-synthpop califican
como elementos propios del género, la manera como han sido abordados hace que
pasen casi percibidos, pues están totalmente capturados por la esencia roquera
de la banda. En realidad, Linking Park sigue su propia línea de trabajo sin que
les tiemble la mano a la hora de rasgar la guitarra. “Victimized”, “Lost in the
Echo”, “Burn It Down” “Castle of Glass” y “Powerless” son algunos de los temas
con que el grupo contraataca apenas un año después de lanzar el conceptual y
socialmente comprometido álbum “A Thousand Suns”. Y bueno… los chicos tienen la
necesidad y el derecho de expresarse, además no es un delito ser prolíficos
(cuando los productos son buenos, claro está). Los fanáticos se darán por bien
servidos (de hecho, el disco debutó en el N° 1 del Billboard 200) y los
críticos se devanarán los sesos para opinar sobre cómo pudo quedar mejor el
disco; como dice la canción: “It’s only rock and roll (but I like it)”.
(Publicado en la Edición 39 diciembre 2012 / enero 2013 de la Revista Phantom)
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