Jonas
Kaufmann
Wagner
Decca,
2013
4½
★
El tenor de moda, uno de los mejores en
la actualidad, le pone voz a dos de los más grandes compositores de todos los
tiempos, de quienes este año se celebran sendos bicentenarios de nacimiento… y
cuyas coincidencias terminan ahí, porque la historia registra enfrentamientos poco
diplomáticos entre ambos genios. El caso es que Jonas Kaufmann se sube al
carro… perdón, se suma a otros grandes del canto (como Domingo, Netrebko y
Kurzak) para abordar algunas de las arias más conocidas y celebradas de ambos
compositores. Acerca de “The Verdi Album” (Sony Classical, 2013), diremos que
la producción es muy buena pero que no convence del todo, y que además no le
perdonaremos haber incluido “La donna é mobile”; tremenda concesión comercial
no se justifica ni con el cambio de disquera. Pero “Wagner” (Decca, 2013) es
otra cosa: Kaufmann confirma que es uno de los pocos intérpretes capaces de dar
la talla con las excesivas composiciones del músico alemán e impregna de
vitalidad, belleza y emotividad cada una de las arias que interpreta. Nadie
podría escuchar su versión de “Allmächt'ger Vater, blick herab” sin que se le
haga un nudo en la garganta. En este disco casi-casi perfecto (ganador del Gramophone
Award 2013 en la categoría Vocal), acompaña a Kaufmann Donald Runnicles al
mando de la Orchester de Deutschen Oper Berlin.
Ben Harper with Charlie Musselwhite
Get up!
Stax Records / Concord Music Group
4 ★
Ben Harper evidencia, en su extensa
discografía, lo orgulloso y agradecido que está de sus raíces afroamericanas.
Lo ha demostrado, por ejemplo, cantando canciones de Marvin Gaye y editando un
disco con los Blind Boys of Alabama, “There will be a light” (2004), el cual
ganó un Grammy en la categoría góspel. Pues bien, el nuevo álbum de Harper se
llama “Get up!” (Concord Music, 2013) y es otro homenaje suyo a la cultura
afroamericana. Ha sido compuesto e interpretado al alimón con Charlie
Musselwhite, la leyenda blanca de la armónica negra estadounidense. La nueva
placa corrobora la tendencia de Harper, quien cada vez que entra al estudio
sale más bluesero que antes; digamos que el disco no debería sorprender a
nadie, de no ser porque supera varias expectativas: pese a usar la misma
fórmula musical, suena tan fresco como si fuera su primer álbum. Las canciones
traen su propia textura y parecen un estudio etnomusicológico, puesto en escena
bajo la impronta roquera de Harper y el sonido de Musselwhite, añejo y áspero.
Todo aquí está en su lugar: desde el rock contemporáneo en “I Don´t Believe A
Word You Say” hasta el blues de “Don´t Look Twice” y “I Ride a Down”, temas que
nos transportan hacia finales del siglo XIX. Claramente se trata de uno de las
mejores producciones del año.
Richard
Clayderman
Romantique
Decca
2½ ★
No se trata del mejor artista de la
historia de la humanidad pero, en aras de ser democráticos, su nuevo disco no
podía quedar fuera de las reseñas, especialmente por la cantidad de seguidores
que moviliza (¡aunque muchos de ustedes lo nieguen!) y por los reconocimientos
que está cosechando. Escuchar a Clayderman es un placer culposo porque su
música entra facilísimo, se pega en el cerebro y se queda por años allí, dando
vueltas y relajando contra nuestra voluntad la parte más crítica de nuestra
conciencia artística. Pero el mundo lo escucha masivamente y prueba de eso es
que “Romantique” (Decca, 2013) ha devuelto a los primeros lugares de los charts
a este pianista francés que abdicó, cuando joven, en sus afanes de convertirse
en concertista clásico para pasar a ser el artista-fácil-de-escuchar que más
discos ha vendido. Su nueva producción mezcla nuevas versiones de refritos como
“Ballade Pour Adeline” y “West side story – Medley” con temas de Khachaturian,
Puccini, Schöenberg y Prokofiev, junto con algo del soporífero contemporáneo
Einaudi. Y como un concierto suyo es éxito asegurado en cualquier rincón, actualmente
Clayderman anda de gira por Tailandia, Filipinas, Finlandia, Kuwait, Malasia y
Bélgica (¡chúpense esa agenda, divos del pop!). No es santo de nuestra
devoción, pero no por eso irrespetaremos al creador de la banda sonora que nos
acompaña en centros comerciales, ascensores y consultorios de dentistas.
Chick Corea
The Vigil
Concord Music Group
4½
★
Recién salido del horno, lo nuevo de
Chick Corea se llama “The Vigil” (Concord Music, 2013) y es una especie de
mirada mística (en el sentido más amplio de la palabra) no solo de su propia
carrera sino, como él mismo explica, “de todo el legado musical que nos ha
dejado la historia del jazz”. Para quienes no lo conocen, Chick Corea lleva casi
50 años dándole al piano y a los sintetizadores; ha ganado nada menos que 20
premios Grammy y abarrota auditorios donde quiera que se presente (incluyendo
nuestra poco melómana capital). Pues “The Vigil” es un recorrido reflexivo que,
tema tras tema, rescata el estilo de las etapas más emblemáticas de su propia
trayectoria: están el jazzrock y el latin jazz (“Portals to Forever”), los
aires españoles (“Planet Chia”), la influencia brasileña (“Galaxy 32 Star 4”);
pero también se hacen presentes el blues, el jazz tradicional y hasta lo
sinfónico, géneros con los que también ha experimentado. Todo esto en el marco
de nuevas concepciones rítmicas y armónicas cuya premisa con los jóvenes
músicos que lo acompañan parece ser “cojan su instrumento e improvisen como si
fuese su última grabación”. Y esto, sumado a la atmósfera intergaláctica que
aportan la mezcla de sonido y las imágenes que acompañan al disco, nos dejan
una sensación como de trascendencia que se traducirá, apostemos, en nuevos
premios Grammy.
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