jueves, 15 de marzo de 2012

Reseñas de discos: Eighth Blackbird Orchestra, Robert Aldrige & Herschel Garfein, John Adams & Peter Sellars, Eric Whitacre, Jefferson Friedman & Chiara String Quartet & Matmos


Elmer Gantry 
Robert Aldrige, Herschel Garfein
Naxos, 2011 

Los rubros comerciales del Grammy hace tiempo que le ganaron la partida mediática a géneros como la música clásica contemporánea y la ópera; sin embargo, estos géneros siguen vivitos y coleando. Es el caso, por ejemplo, de la ópera “Elmer Gantry” (Naxos, 2011), compuesta por Robert Aldridge, con libreto de Herschel Garfein basado en la novela homónima escrita por Sinclair Lewis en 1927; tal vez algunos recuerden a Burt Lancaster protagonizando la adaptación cinematográfica de 1970. La historia tiene todo lo que requiere una ópera para contentar a propios y extraños: un protagonista mujeriego y calavera, quien es confundido con el líder de una iglesia bautista y, lejos de sentar cabeza, aprovecha esta situación para hacer de las suyas. De paso el compositor, ni corto ni perezoso, aprovecha el contexto para impregnar a toda la obra de muchos elementos del blues y del góspel, llenándola de una vitalidad y energía pocas veces escuchadas (es decir, durante casi toda la obra, sin bajar las revoluciones musicales). Esta grabación de Naxos ganó premios Grammy a la Mejor Composición Clásica Contemporánea y a la Mejor Ingeniería de Sonido para un disco de música clásica. A comprar se ha dicho.


Lonely Motel: Music from Slide 
Eighth Blackbird Orchestra
Cedille, 2011 

Cuando uno escucha “Lonely Motel: Music from Slide” (Cedille, 2011), toma conciencia de que muchas cosas han pasado con (y por) la música clásica; entre ellas lo atonal y el dodecafonismo, el rock, el punk, el jazz y hasta Broadway. Los Eighth Blackbird metieron todo esto en la olla, sazonaron con Mozart, Stravinsky, Piazzola y Los Beatles y, finalmente, sirvieron en frío para alzarse con el Grammy a la Mejor Interpretación de un Pequeño Ensamble, contribuyendo además para que David Frost ganara el premio al Productor del Año de Música Clásica. El pretexto argumental es la reclusión voluntaria de un psiquiatra, tras ser abandonado por su esposa, en un pequeño hotel con el fin de realizar en sí mismo experimentos sobre cognición a partir de la proyección de los ‘slides’ del título. Percusiones, guitarras y violines distorsionados, un piano hiperactivo, aves, campanas, teléfonos, despertadores y un tenor son elementos suficientes para que Steven Mackey construya una atmósfera de caos y pesadilla. Genialidades como estas son las que se pierde el mundo por escuchar solo lo que está de moda.


Doctor Atomic 
John Adams, Peter Sellars
Sony Classics, 2011 

El Grammy a la Mejor Grabación de una Ópera se lo llevó este año “Doctor Atomic” (Sony Classics, 2011), con música de John Adams y libreto de Peter Sellars. No podía ser de otra manera, porque Sony botó la casa por la ventana con este proyecto fílmico, transmitido originalmente por el Metropolitan Opera en 2008 como parte de sus ciclos mundiales de ópera en HD. Alan Gilbert dirige al coro, el ballet y la orquesta del MET, con voces de Gerald Finley, Sasha Cooke y Eric Owens. La historia narra lo sucedido alrededor del primer y segundo ensayos con bombas nucleares en EEUU, en el marco del Proyecto Manhattan, y muestra de paso cómo cambió la vida de sus protagonistas y familiares. El texto incluye citas textuales de documentos secretos desclasificados, así como del “Bhagavad Gita”, sonetos de John Donne, canciones de los Tanos y poemas de Baudelaire y Rukeyser. Musicalmente, está llena de experimentos que buscan ilustrar la distorsión de la percepción del tiempo durante las explosiones nucleares. Vanguardia y conciencia social, una combinación insuperable. Ojalá que obras tan interesantes como esta sirvan para despertar el interés de los más jóvenes por la ópera y de los más viejos, por la música del siglo XXI.


Light and Gold 
Eric Whitacre
Decca, 2011 

Si usted siente curiosidad por los arreglos musicales para coros masivos pero no soporta ni medio capítulo de “Glee”, tal vez deba darle una oportunidad a “Light and Gold” (Decca, 2011), ganador del Grammy 2012 a la Mejor Interpretación Coral para música clásica (aunque no exclusivamente). Con este álbum, el aún treintañero Eric Whitacre debutó con el pie derecho como compositor y conductor, apoderándose nada menos que del número 1 del Billboard estadounidense y británico por varias semanas. Conocido por sus innovaciones teóricas en materia de composición y arreglos, lo que se escucha en este disco pareciera ser ortodoxo y remitirnos por momentos a los trabajos corales de Tchaikovsky y sus contemporáneos. Pero en realidad lo que hace es apostarle todo a ganador a la vanguardia contemporánea, sin dejar de lado la belleza sonora como elemento característico. Incluye el tema “Lux Aurumque”, grabado con un coro virtual de 186 voces, una por una y en diferentes estudios. No hay que ser eruditos en arte para disfrutar estos temas, pero sí es necesario bajarle unas cuantas revoluciones a nuestro ritmo de vida para agarrarle el gustito.


Jefferson Friedman: Quartets 
Chiara String Quartet/Matmos
New Amsterdam, 2011 

Ya hemos reseñado a varios de los ganadores del Grammy 2012 en lo que se refiere a música clásica, pero aún quedan algunos discos que, si bien no ganaron, estuvieron nominados en varios rubros y merecen ser mencionados. Es el caso de “Jefferson Friedman: Quartets” (New Amsterdam, 2011), álbum que recoge las dos composiciones más famosas del aún joven músico estadounidense (sus Cuartetos para cuerdas N° 2 y N° 3) en versiones del mundialmente famoso Chiara String Quartet. Estas obras resumen las nuevas tendencias de la música clásica contemporánea, demostrando que no le debe ni le teme a los géneros más populares de nuestros días y que, incluso, está dispuesta a intercambiar elementos claves de su arquitectura para ser creada y ejecutada; es por eso que estos cuartetos pueden ser escuchados y apreciados por un amplio público, sin importar las preferencias musicales. El álbum, nominado al Grammy por la Mejor Interpretación de un Pequeño Ensamble, incluye remezclas de ambos cuartetos a cargo del dúo experimental Matmos, colaboradores habituales de Björk, con quien crearon álbumes antológicos como “Vespertine” y “Medúlla”, pero esto ya es otro asunto.


Por Daniel Ágreda Sánchez
(Publicado en la Edición 15 de la Revista Siete del 26/02 al 03/03 2012, excepto "Jefferson Friedman's Quartet", publicado en la Edición 16 de la Revista Siete del 04/03 al 10/03 2012).

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